La hipnosis es una herramienta que con mayor o menor consciencia de ello está presente en casi toda la comunicación humana y por supuesto en la comunicación terapéutica.
Se podría decir, como lo dice Richard Bandler, que “toda comunicación humana es hipnótica”, “todo es hipnosis”. En Mindfulness se ha llegado a postular la conciencia habitual de vigilia como “trance consensuado”; es decir: estado hipnótico colectivo consensuado.
La intervención en salud, en motivación y en aprendizaje humano ganan cada día más espacio. La Asociación Psicológica Americana (APA) la reconoce como una herramienta muy útil para el tratamiento de muchos trastornos mentales y para el cambio de conducta, así como para la incorporación de nuevas actitudes más sanas dentro del repertorio de actitudes y conductas del individuo tratado con hipnosis.
La intervención con hipnosis sirve tanto para apoyar a una persona que está sometida a un tratamiento a que lo reciba con una actitud emocional más positiva, como para motivar a cualquier persona que no se atreva a emprender una acción, a que la realice si es para su mayor bien, y también para apoyar a las personas en la mejora cognitiva: mas concentración, mas memoria, mejor enfoque.
También es muy útil la hipnosis para volver al pasado a enfrentar y modificar los efectos de un trauma.

